Universidad de Padres y Menuda Feria
La jornada de Menudos Encuentros que nació de la unión de Menuda Feria con Universidad de Padres, trajo consigo muy buenas experiencias. Además, nos permitió poner sobre la mesa diversos temas de interés para las familias. Un tiempo después de esta inolvidable experiencia, comenzamos una nueva colaboración a través de nuestros blogs.
Mariola Lorente nos cuenta qué es para ella Universidad de Padres. Estad atentos porque próximamente nos traerá más artículos muy interesantes sobre educación, familia,…
Tenemos que confiar más en la capacidad de los niños, darles más autonomía, contar con ellos para resolver los problemas cotidianos.
Entrevista a Mariola Lorente Arroyo
Mariola es investigadora en Universidad de Padres y gestiona las herramientas de comunidad. Además, está especializada en educación, creatividad, pedagogía, familias, entre otros temas. Nos cuenta que una ávida lectora, además de una persona muy curiosa, sus intereses son muy variados, desde el buceo y la fotografía hasta la escritura y los gatitos.
¿Cómo nace el proyecto de Universidad de Padres?
Cuando me incorporé al equipo de la UP, en 2011, el proyecto se estaba consolidando y era una gran aventura. Todo empezó unos años antes, cuando José Antonio Marina tuvo la oportunidad de llevar a la práctica su idea de una movilización educativa de toda la sociedad, comenzando por las familias que, al final, son el primer agente educativo. En ese momento apenas había información de lo que ahora conocemos como parenting, y menos aún online, por lo que supuso una gran innovación.
Intentamos dar cabida a todo tipo de realidades y modelos familiares, ya que nuestro alumnado es muy diverso y pensamos que esa heterogeneidad es muy positiva.
¿Cómo es trabajar en UP?
Para mí es muy divertido porque hago cosas que me gustan un montón, que me ilusionan, y creo que eso se transmite en el resultado, o eso espero. Ahora mismo coordino nuestro blog, organizo el cinefórum y el club de lectura y sigo creando contenidos. También voy a ser tutora de un seminario. En la UP he hecho de todo y participado en proyectos muy diferentes, lo cual es genial porque he podido desarrollar muchas habilidades. Me siento muy afortunada de realizar un trabajo que me permite aprender, investigar, ser creativa, relacionarme con alumnos y en el que siempre hay sorpresas. Además, tengo unos compañeros con los que da gusto trabajar.
Los tiempos han cambiado y el compromiso y preocupación que se tiene en la educación de nuestros hijos también. Ahora más que nunca los padres hemos detectado la necesidad de formarnos para poder educar mejor a nuestros niños.
Desde la UP ¿cómo veis a estas nuevas familias?
Es verdad que cada vez más madres y padres se dan cuenta de que pueden aprender para mejorar la educación de sus hijos o, simplemente, su convivencia familiar. La neurociencia ha avanzado mucho en estos años y nos está enseñando gran cantidad de cosas sobre cómo se desarrolla el cerebro de los niños y adolescentes. Aspectos que podemos y debemos aplicar a la educación.
Por otro lado, la sociedad actual es cambiante y acelerada. Es necesario adquirir ciertos conocimientos que desconocemos porque a la mayoría de nosotros no nos educaron así. Por ejemplo, ni en casa ni en el colegio nos hablaron mucho de inteligencia emocional o de sexualidad. Es ahora como padres cuando tenemos que enseñar a nuestros hijos a gestionar sus emociones, darles una educación afectivo sexual… Pero no tenemos referentes, por lo que nos toca formarnos en esos temas.
¿Qué buscan y qué encuentran cuando acuden a vosotros?
Las familias de la UP siempre han estado comprometidas con la educación. Son conscientes de que hay mucho que pueden hacer por el bien de sus hijos (o nietos, sobrinos, etc.) y desean mejorar y crecer como personas. En ese sentido, el perfil es similar. Sí que destaco como algo positivo que cada vez tenemos a más papás.
Creo que lo que buscan es un espacio de acogida, de contacto con otras familias, la confianza que ofrecemos y la profesionalidad y cercanía de nuestros tutores.
¿Qué puntos destacarías de la UP? ¿De qué manera beneficia a las familias?
Tenemos muy buenos contenidos, fruto de mucho trabajo y dedicación, y un modelo muy sólido desarrollado por Marina. Hay toda una filosofía UP y una visión integral de los niños, que dan sentido a nuestra propuesta pedagógica. Lo que hacemos es recopilar mucha información muy dispersa y presentarla a las familias de manera accesible. No somos impositivos ni decimos a la gente lo que tiene que hacer, sino que ponemos los conocimientos y las herramientas a su alcance para que ellos decidan y ejerzan una paternidad consciente.
¿En qué se diferencia de otras plataformas educativas online?
Lo que distingue a la UP es justo eso que buscan nuestros alumnos: los tutores que acompañan al alumno a lo largo de todo el curso y la Tribu UP, esa comunidad online de familias que se apoyan, comparten problemas y soluciones…
Los sistemas de educación no están adaptados a los tiempos de cambio e incertidumbre que están por venir, ¿cómo podemos preparar a nuestros hijos para el mañana?
Es más, ¿qué debe preguntarse un padre o una madre cuando se propone educar a sus hijos para la persona en qué se está convirtiendo: «cómo quiero que sea mi hijo»?
Hay que tener cuidado con ese pensamiento porque corremos el riesgo de intentar “esculpir” a nuestros hijos a nuestro gusto. Cuando precisamente debemos partir del respeto al niño como un individuo en sí, distinto a nosotros, con sus propias capacidades e intereses. Sí que está bien tener una “visión” sobre qué clase de persona nos gustaría que fuese, y pensar si nuestra relación cotidiana con ellos fomenta esa visión o no.
Me gustaría aclarar que, por nuestra parte, no se trata de un ideal de éxito laboral o económico, sino personal y social. A lo mejor deseamos que sean responsables, pero luego no permitimos que asuman consecuencias. Tenemos que confiar más en la capacidad de los niños, darles más autonomía, contar con ellos para resolver los problemas cotidianos. Los hijos necesitan sobre todo dos cosas de sus padres: amor y límites, que son una forma de mostrar al niño que nos preocupamos por él. Y añado una más: tiempo. Probablemente, el bien más escaso de esta generación.
El ritmo de un niño es lento y el vínculo con sus padres se crea en la cercanía y la pausa. Pero las condiciones de vida actuales hacen que muchas veces les arrastremos a nuestra vorágine. Tenemos que esforzarnos por desconectar de ese ritmo y respirar antes de dedicar tiempo a nuestros hijos, ya sean pequeños o adolescentes.
¿Qué novedades tenéis en la UP? ¿Cómo os adaptáis al cambio?
La UP es siempre un trabajo en curso, tenemos que estar al tanto de novedades e investigaciones, diversificar los temas que tratamos, contar con expertos y revisar los contenidos para que se mantengan actualizados. Intentamos dar cabida a todo tipo de realidades y modelos familiares, ya que nuestro alumnado es muy diverso y pensamos que esa heterogeneidad es muy positiva.
Justo ahora estamos en un momento muy bonito, ya que tenemos la ocasión de dar respuesta a algunas demandas de nuestras familias, como presentar los contenidos en distintos formatos como audio o vídeo. De momento no puedo desvelar mucho, pero estamos en ello, entre otras mil ideas. También estamos en plena campaña de matriculación de los nuevos seminarios UP, que este curso abordan una gran variedad de temas.
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