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Cómo ayudar a los niños en sus miedos

Carlota Sanz Llorente, psicóloga General Sanitaria con amplia experiencia en adultos y adolescentes, nos habla sobre los miedos de los niños, desde su identificación hasta cuales son los más comunes y como identificarlos. Además, nos da algunos consejos sobre como tratar el miedo con los peques. 

El miedo es una emoción totalmente normal y necesaria para la supervivencia del ser humano, pues aparece cuando nos sentimos en peligro activando nuestro estado de alarma preparándonos así para luchar o huir si fuera necesario.

Pero, a veces el miedo puede llegar a condicionar nuestra vida y convertirse en un problema. Por ello, es importante trabajar con los peques el miedo desde las primeras etapas para procurar (en la medida de lo posible) que sea una emoción más y no una limitación.

Los miedos más comunes 

La aparición de los miedos suele ser gradual, y aunque no podemos olvidar que el contenido de los miedos puede ser totalmente variado en función del peque (dependerá del ambiente, aprendizajes…), es cierto que hay miedos que suelen ser más comunes en función del momento evolutivo del niño/a.

En los más pequeños aparece el miedo a los extraños, así como el miedo a que las figuras de apego se marchen (éste último se mantiene a lo largo del tiempo con variaciones; por ello es fundamental establecer un vínculo de apego seguro con nuestros/as hijos/as para mostrarles que, aunque nos marchemos vamos a volver y no pasa nada.)

Conforme van creciendo pueden aparecer miedos más abstractos, como miedo a los monstruos, fantasmas, y, sobre todo, a la oscuridad…

Cuando los peques son más mayores aparecen miedos más relacionados con aquello que les preocupa en su día a día, ya que aumenta el conocimiento de su autoconcepto en el entorno. Algunos de estos miedos pueden ser quedarme solo/a, no ser aceptado/a en el grupo de iguales, “fracasar”, etc.

Cómo detectarlos

Es posible que a veces los peques no nos cuenten que “X” les da mucho miedo ya sea por vergüenza, dificultad para expresarse emocionalmente, sentimiento de invalidación (por ello es tan importante crear un espacio seguro para hablar estos aspectos).

Sin embargo, existen otras señales, como no querer ir a ciertos lugares (“no querer ir al cole porque me traten regular”, “no querer ir a casa de la abuela porque tiene una figura que me asusta…”), síntomas físicos (palpitaciones, sudores, problemas gastrointestinales…) o retrasos en el aprendizaje (enuresis, encopresis, dejar de vestirse solo…)

Consejos (RED/GREEN FLAGS) 

🟢Intentar entender el motivo del miedo de una forma activa y empática.

🟢Validar la emoción de miedo. Normalizar. “No es malo tener miedo”, “Yo también tengo miedo a algunas cosas”. “Es normal que tengas miedo a lo que has visto en la peli de hoy, asustaba un poco, pero no tienes de que preocuparte ya que solamente era una peli y no la vida real”.

🔴NO infravalorar “Bah, a eso no hay que tenerle miedo”, “Solo los cobardes tienen miedo”, “No seas miedica”.

🟢Demostrar que eres su figura de apego seguro. “Estoy aquí para lo que necesites”, “Puedes hablar conmigo de lo que te atemorice”, “voy a estar contigo hasta que estés más tranquil@”

🟢Intentar adaptar nuestro discurso y explicaciones a la edad del peque. A veces necesitarán una conversación al respecto cuando sean más mayores ante miedos más “reales” (aceptación de los otros, suspensos, fallecimiento de un ser querido…) y otras veces simplemente un abrazo y que les calmes (“estoy aquí” en el miedo a la oscuridad).

🟢Afrontar el miedo con ellos, acompañándoles, no dejándoles solos/as… “mira me quedo yo aquí contigo para que veas que no pasa nada”.

🔴NO exagerar “Exacto tienes que estar súper asustado de no caerte pues puedes hacerte mucho daño y acabar en urgencias”, “cualquier persona que se acerque a ti, aunque pienses que le conozcas puede ser un peligro real”, “el mundo es un lugar peligroso”

🟢Explicarles qué es el miedo y por qué nos sentimos así. Con un vocabulario comprensible para ellos.

🟢Disponibilidad emocional. Si quieren hablar contigo y reciben un “ahora no tengo tiempo para esto”, “te he dicho 100 veces que no te va a pasar nada”, etc., muy posiblemente dejen de contar contigo ya que en estas respuestas no encuentran la fuente de calma y apego que buscan. No siempre es sencillo, debido al vaivén del día a día, pero es importante sacar un espacio para estos momentos, estar disponible y validar las emociones de los peques hará que recurran a ti cuando lo necesiten y en cierta medida se sientan más seguros y protegidos.

🔴NO chantajear con miedos “Si no te portas bien vendrá el coco y te comerá”.

🔴NO fomentarlos: a veces podemos proyectar nuestros propios miedos en nuestros peques a través de la sobreprotección, fomentando miedos en ellos que tal vez no les corresponden.

Ideas para trabajarlos

Jugar con los miedos puede ayudar a entenderlos sobre todo cuando a los peques les cuesta comunicarlos con palabras: Juegos de rol (muñecos), que cuenten historias, teatro de guiñol…

Si algún miedo es extremo, incapacitante, limitante o empieza a ser un problema…

  • Necesitaremos entender el origen, escucha activa y teniendo en cuenta los aspectos comentados.
  • Demostrar que estás disponible.
  • Acudir a profesional de salud mental si fuese necesario.